Marginación de la religión

...No puedo menos que manifestar mi preocupación por la creciente marginación de la ‎religión, especialmente del cristianismo, en algunas partes, incluso en naciones que otorgan ‎un gran énfasis a la tolerancia. 


  • Hay algunos que desean que la voz de la religión se silencie, o ‎al menos que se relegue a la esfera meramente privada. 
  • Hay quienes esgrimen que la ‎celebración pública de fiestas como la Navidad deberían suprimirse según la discutible ‎convicción de que ésta ofende a los miembros de otras religiones o de ninguna. 
  • Y hay otros ‎que sostienen —paradójicamente con la intención de suprimir la discriminación— que a los ‎cristianos que desempeñan un papel público se les debería pedir a veces que actuaran contra ‎su conciencia. 

Éstos son signos preocupantes de un fracaso en el aprecio no sólo de los ‎derechos de los creyentes a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, sino también del ‎legítimo papel de la religión en la vida pública. 

Quisiera invitar a todos ustedes, por tanto, en ‎sus respectivos campos de influencia, a buscar medios de promoción y fomento del diálogo ‎entre fe y razón en todos los ámbitos de la vida nacional...‎

‎...Estoy convencido de que, también dentro de este país, hay muchas áreas en las que la ‎Iglesia y las autoridades públicas pueden trabajar conjuntamente...‎


...‎Para que dicha cooperación sea posible, las entidades religiosas —incluidas las instituciones ‎vinculadas a la Iglesia católica— necesitan tener libertad de actuación conforme a sus propios ‎principios y convicciones específicas basadas en la fe y el magisterio oficial de la Iglesia. Así ‎se garantizarán derechos fundamentales como la libertad religiosa, la libertad de conciencia y ‎la libertad de asociación. ‎

BENEDICTO XVI
Westminster Hall, 17 de septiembre de 2010‎

¡Que reine el Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades!