Cruz Dehoniana: Sólo con el Corazón de Jesús se puede ver bien

Versión 2020 de la Cruz Dehoniana

“Solo con el corazón se puede ver bien”

Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos” es una frase del escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry. Esta frase aparece en su libro "El Principito", "... donde lo que cuenta es la vida del hombre, ya sea la del Principito o la del Aviador varado en el desierto, o la de toda persona. Lo que cuenta son los afectos de los que nace y de los que se nutre esa vida, las esperanzas que la acompañan..." (Pani). "No confundir con un sentimentalismo superficial. No se refiere meramente a un conocimiento emocional, sino a la mirada cordial, intuitiva, que va más allá de lo mensurable. Heredero de Pascal, Saint-Exupéry no desprecia el conocimiento mesurable, sino la reducción a lo meramente mesurable" (Tokumura).

La frase, “se ve bien solo con el corazón”, fue la inspiración para el diseño de la primera cruz dehoniana moderna en 1979. La mirada sobre la cruz dehoniana nos orienta hacia el centro, el corazón, lo que, según el Padre Dehon, expresa la prioridad de la vida interior: 

"En Jesús, Dios consideró lo que llamamos en una sola palabra, 'el Corazón de Jesús', es decir, el interior de Jesús, el alma de Jesús, su inteligencia y su amor con el corazón de carne, cuyo latido correspondía a los sentimientos de Jesús: 'Este es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias' [Mt ​​17,5]" (Padre Dehon, Estudios sobre el Sagrado Corazón de Jesús, 1, 8).

"Solo las personas escondidas en el Sagrado Corazón pueden reparar, propiamente dicho, porque tienen allí un tesoro que les permite pagar por sí mismos y por los otros. “Dios ve el corazón” [1 Sam 16,7]. Dios no presta atención más que a las acciones externas según el corazón. Quien hace penitencias externas sin practicar esta unión estrecha con el Corazón de Jesús, no ofrece más que una reparación humana, personal, quizás sobrenatural, santificada por la gracia de Dios, pero que no tiene un gran valor. Al contrario, el alma perdida en el Sagrado Corazón presenta a Dios satisfacciones que tienen un valor divino, que son una extensión de las de Nuestro Señor." (Padre Dehon, La Corona del Sagrado Corazón, 8; Retiro de Cinco Días, 82)

Así, al mirar esta cruz, los dehonianos vemos el amor de Dios Padre que nos permite vivir la vida espiritual con el Corazón de su Hijo, llevando una vida reparadora para los demás. Solo con el Corazón de Jesús se puede ver bien a Dios y al prójimo.

Ver con el Corazón de Jesús es contemplar el amor incondicional de Dios y la compasión que brota de él; Es una forma de sentir y amar como Jesús, y de vivir el mensaje de Cristo: amar a Dios y al prójimo (Ver Papa Francisco, Dilexit nos, 16-17 y 19; También 144, 177 y 199).

"Jesús siempre mira con los ojos del corazón. Y su corazón es tan tierno y lleno de compasión, que sabe captar incluso las necesidades más ocultas de las personas" (Papa Francisco, Ángelus 22-07-2018).

“Jesús nos invita a renovar nuestra forma de ver a las personas y las cosas. Nos propone una visión siempre nueva de nuestras relaciones con los demás, especialmente en la familia, de nuestra fragilidad humana, de la enfermedad y de la muerte. Nos invita a ver todo esto con los ojos de Dios” (Papa Francisco, Audiencia 19-02-2022).

"Solo el que ama ve, solo el que ama conoce a la persona o al objeto amado, y lo hace de esa forma, viendo, de manera poética, intuitivamente y dejándose llevar por la admiración y el amor" (Sanmartín).