La Cruz Dehoniana suele llamar la atención por su forma y por el corazón “vacío” que aparece en el centro. El primer diseño de esta cruz, que recoge toda la tradición de la cruz de profesión ya usada desde los inicios por los primeros religiosos, surgió en Alemania. Con el paso de los años la cruz dehoniana ha ido extendiéndose por todas las comunidades religiosas y países en los que estamos presentes.
Para los Dehonianos el amor de Dios se expresa de un modo radical en la Cruz. Es ahí, en el crucificado, donde encontramos la muestra más grande de un amor que se entrega, que se da, que se hace para todos. Por eso nuestra cruz tiene un corazón vacío, porque ya se ha entregado por completo. Porque el amor de Dios, con Jesús, se nos da sin medida.
Pero al mismo tiempo, ese vacío y entrega de Jesús en la cruz nos interroga y nos llama a responder con nuestra generosidad, a descubrir el verdadero amor, como quien nace de nuevo y abre los ojos al mundo, maravillado y sorprendido. Lo decía nuestro fundador, el padre León Dehon: “Del Corazón de Jesús abierto en la cruz, nace el hombre de corazón nuevo”. ¿Te atreves?