Invocación. Señor Jesús, ilumíname con los rayos de tu divino Corazón, para que conozca mis faltas como tú mismo las conoces; enciéndeme con las llamas de tu divino Corazón, para que deteste estas faltas como tú. Amén.
1.º paso. Recorré mentalmente los distintos momentos y acciones de tu vida desde tu última confesión. Recordá tus pensamientos, tus palabras, tus acciones, tus deberes de oración, de Misa, de hijo/a, empleador/empleado, esposo/a, madre/padre, religioso/a, sacerdote...
2.º paso. Preguntáte: ¿Lo que hice y cómo lo hice es compatible con el amor a Jesús? Es decir, con mis pensamientos, palabras, acciones y omisiones ¿le di gracias por todos sus beneficios de la creación, de la redención, de los sacramentos, especialmente la sagrada comunión, por mi vocación (de bautizado/a, esposo/a, madre/padre, religioso/a, sacerdote) y por todas las gracias que me concedió desde entonces? Todo eso que hice, ¿puedo ofrecerlo en la Misa? ¿Es realmente probable que eso le agrade? ¿Cumple su voluntad, responde al objetivo de mi vocación? ¿Es esto lo que esperaba Jesús de mí? ¿Hice algo que muestre que, cuando lo hice, no pensé en él, no lo amé, no obré para él?
3.º paso. Preguntáte: ¿Luché para vencer mis mayores defectos recurrentes [1] y para adquirir las virtudes que más me cuestan [2]? ¿Tengo alguna victoria para ofrecerle?
Contrición. Señor Jesús, detesto mis faltas, porque te desagradan; las detesto porque me impiden responder al objetivo de mi vocación y agradarte. Amén.
Propósito de enmienda. Señor Jesús, quiero planificar qué debo hacer hoy y en qué ocasiones para combatir fielmente mis faltas confesadas y que todo se regule según mi vocación. Quiero agradarte, amarte y servirte según mi vocación y mi misión. Amén.
[1] Ejemplos: soberbia, vanidad, arrogancia, envidia, resentimiento, ira, avaricia, egoísmo, glotonería, lujuria, pereza, etc.
[2] Ejemplos: humildad, caridad, paciencia, generosidad, desapego, entrega, moderación, sobriedad, castidad, servicialidad, responsabilidad.