¿Porqué no existe una fiesta litúrgica en honor a Dios Padre? (Pero sí de la Trinidad)

Respuesta: Por la misma razón que no existe una fiesta litúrgica en honor a Dios Hijo ni en honor a Dios Espíritu Santo: Por el peligro de inducir al triteísmo

Foto de Agostino Toselli

Para el triteísmo, el Padre, el Hijo y Espíritu Santo son tres dioses que forman una unidad solo conceptual. Los triteístas confesaban tres esencias en Dios. Pero como en Dios su esencia es Dios mismo, aunque nunca llegaron a emplear la fórmula de "tres dioses", al confesar en Dios las tres esencias confesaban tres dioses.

La negativa a la fiesta de Dios Padre la fundamenta el papa León XIII (+1903) en su encíclica “Divinum illud munus” (nn. 3-4): 

El peligro [de errar sobre la Trinidad] [...] procede, sea en la fe, sea en el culto, o de confundir a las personas divinas entre sí, o de separar su en sí única naturaleza; [...] Por ello, Inocencio XII [+1700], nuestro predecesor, negó a todos los postulantes una solemnidad propia en honor del Padre. Si hay ciertos días festivos para celebrar cada uno de los misterios del Verbo Encarnado, no hay una fiesta propia para celebrar al Verbo tan solo según su naturaleza divina; y aun la misma solemnidad de Pentecostés, no obstante su antigüedad, no honra simplemente por sí al Espíritu Santo, sino que recuerda su venida o misión externa. Todo ello fue sabiamente establecido para que nadie, a fuerza de distinguir a las Personas, distinguiera la esencia divina.”.

Por eso, erran tanto el Movimiento "Armada Blanca", como el polémico (por no decir otra cosa) "Hermano Elías" Grundberger, director espiritual de Harpa Dei, que piden la fiesta para el primer Domingo de agosto o para el 7 del mismo mes y se muestra la no veracidad de las pretendidas revelaciones de la Hna. Eugenia Ravasio, en las que se basan.

Pero hay más, también parecen ignorar la doctrina reafirmada por León XIII, por un lado, el padre capuchino Raniero Cantalamessa, quien dijo: "Es una tristeza que no exista, en todo el año litúrgico, una fiesta de Dios Padre, que no exista, en todo el misal, ni siquiera una misa votiva en Su Honor. Es una cosa, pensándolo bien, muy extraña; existen innumerables fiestas de Jesús Hijo; existe una Fiesta del Espíritu Santo…" (La vita nella signoria di Cristo, pp. 96-97). Y, por otro, el padre jesuíta Jean Galot: "En el curso del año hay fiestas de Cristo en memoria de varios eventos de la obra de la salvación, la fiesta del Espíritu Santo en Pentecostés... Pero no hay ninguna fiesta particular del Padre: a diferencia de las dos otras Personas divinas, el Padre no es agasajado en una fiesta que sea reservada toda para Él. Algunos tratan a veces de justificar esta ausencia de fiesta diciendo que el Padre es venerado todo el año en la liturgia. Pero esta afirmación también vale para Cristo y el Espíritu Santo, que no por eso dejan de tener sus fiestas particulares." (1999) 

Les contestamos con las ya citadas palabras de León XIII: "...no hay una fiesta propia para celebrar al Verbo tan solo según su naturaleza divina; y aun la misma solemnidad de Pentecostés, no obstante su antigüedad, no honra simplemente por sí al Espíritu Santo, sino que recuerda su venida o misión externa."

La fiesta de la Santísima Trinidad es la Fiesta única del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo para expresar que creemos que Dios es uno en naturaleza y trino en personas.

"La fe católica es esta, que veneremos a un solo Dios en la Trinidad y a la Trinidad en la unidad, ni confundiendo las Personas, ni separando la substancia. Una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo: pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad." (Del Credo de Atanasio; CatIC 266)