El Camino del Amor - Meditaciones para los 9 primeros viernes de mes

Introducción 


Mediante los 9 primeros viernes de mes nos disponemos a poner nuestro corazón en sintonía con el Corazón de Jesús. 

Es bueno, en este tiempo, recordar el fundamento de nuestra misión. Se trata de una misión de amor compasivo por el mundo, podríamos decir un "camino de amor”, es decir, un itinerario de oración que una nuestras vidas al Corazón de Jesús. 

Nos dice el Señor: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia". El Corazón de Jesús, es el amor mismo de Dios, de un Dios que nos dice que viene a traernos vida. Y aunque el mundo esté atravesado por signos de muerte, de guerra, de destrucción, que por momentos nos podrían hacer perder las esperanzas, el Señor nos repite que Él es un Dios de vida. 

Que el Camino del Amor durante los 9 primeros viernes de mes te conduzca a entrar en sintonía con el Corazón de quien dice de sí mismo que ama al mundo, y haciéndolo te invita a reconocer cómo ese amor crece y se manifiesta en tu propia vida. 

(El Camino del Amor es el itinerario dehoniano de espiritualidad para la Misión Juvenil Dehoniana, que nos ayuda a sintonizar con el Corazón de Jesús para tener un corazón más semejante al suyo y salir al encuentro de nuestros hermanos.)

1 Mes: Dios es amor 

En Cristo Jesús, los cristianos reconocemos "la imagen visible del Dios invisible" (Col 1,15). Por medio de Él vislumbramos tanto lo que Dios es, como lo que estamos llamados a ser nosotros, los seres humanos: plenitud de receptividad y de donación. 

El Papa Francisco nos dice: "La altura espiritual de una vida humana está marcada por el amor... Nadie madura ni alcanza su plenitud aislándose. Por su propia dinámica, el amor reclama una creciente apertura, mayor capacidad de acoger a otros, en una aventura nunca acabada que integra todas las periferias hacia un pleno sentido de pertenencia mutua. Jesús nos decía: «Todos ustedes son hermanos» (Mt 23,8)." 

Este amor es fuente de Vida, en él "vivimos, nos movemos y existimos". Un amor que nos crea ahora en el presente, y que es una permanente y constante invitación a ser amor que se vuelca a los demás en decisiones concretas, en gestos de cariño, en palabras de acogida, de aceptación, de paz. 

Hay una canción que dice: "No hice al hombre para que esté solo, Caminen juntos como hermanos, Ámense unos a otros. Yo vengo a traerte vida, Vida en abundancia”. La vida y el amor que recibes gratuitamente de Dios es para entregarlos. ¿Quieres vida? Entrégala. ¿Quieres Amor? Ama. ¿Quieres cercanía? Hazte cercano saliendo de ti mismo, haciéndote prójimo de quienes se encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales. 

Entra en tu corazón y busca rostros, personas, conversaciones, momentos concretos de tu vida en donde puedes reconocer ese amor que es signo de Vida y Vida en abundancia. Déjate sobrecoger, inundar por recuerdos y experiencias de vida que alegren tu corazón y agradece por ellos. 

Piensa ahora: ¿Quién está en las periferias del amor de los demás? Siempre hay quien está al borde de tu camino o del camino de los otros... un gesto fraterno, una compañía, una sonrisa, dar de tu tiempo pueden hacer la diferencia para esa persona. Pregunta a Jesús qué puedes hacer por ella. 'Devuelve con amor', el amor recibido. 

2 Mes. Dios nos dio un corazón para amar. 

El Camino del Amor nos invita a entrar en la aventura, a veces vertiginosa, de mirar nuestro corazón. Un corazón deseoso de amar y ser amado que no siempre acierta los caminos del amor. Un corazón humano ante el que el Señor está dispuesto a golpear la puerta pidiendo permiso para entrar. Un corazón hecho para ser libre y ejercer esa libertad, libertad que significa amar. 

El Papa Francisco nos dice que "aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante sin declararse vencidos, y recordar lo que el Señor dijo a san Pablo: «Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad» (2 Co 12,9)". 

Toma un tiempo para despertar a tu corazón y reconocer lo que te habita, estos movimientos espirituales, los que te abren y te conectan con la vida y los que te llevan por caminos de muerte. 

"Si has perdido el vigor interior, los sueños, el entusiasmo, la esperanza y la generosidad, ante ti se presenta Jesús, como se presentó ante el hijo muerto de la viuda, y con toda su potencia de Resucitado, el Señor te exhorta: “a ti te digo, ¡levántate!”. El Corazón de Jesús conoce las inquietudes de tu corazón, tus debilidades, pero Él confía en la gracia que te da y en tus deseos profundos de Vida verdadera. 

¿Qué tienes que soltar en este tiempo? ¿Qué te quita libertad, te encierra, te enoja, te hace perder la paciencia, te aleja de tus hermanos? El Señor no quiere este sufrimiento para ti, hoy puedes elegir abrirte a Él y recibir su misericordia para compartirla. Ora también para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús. Enfoca tu atención en el Amor de Dios que te llega a través de otros. ¿Qué o quiénes te ayudan a crecer en libertad, amor, entrega, generosidad, esperanza? Date un tiempo para entrar en profundidad y seguir haciendo camino con el Corazón de Jesús. 

3 Mes. La amorosa mirada de Dios 

En este día el camino te invita a contemplar el mundo. El libro del Génesis nos dice que el Señor, al contemplar la obra de su creación, expresó... "Y era muy bueno" (Gn 1, 31). ¿Cómo mira el Señor, qué mira que lo lleva a esa expresión? 

El Papa Francisco nos dice: "Nuestra oración contemplativa nos pone delante de un Dios que nos mira con amor. La luz de esa mirada ilumina nuestro espíritu, le da ojos de misericordia para contemplar el mundo. El mismo Señor es modelo de esta oración, una oración que no se desentiende de la realidad y el sufrimiento, sino que, por el contrario, se acrecienta ante la inminencia de su Pasión." 

De nuestras elecciones cotidianas depende que en el universo haya más o menos amor, todos y cada uno somos artífices del mundo en que vivimos. Podemos preguntarnos por esas elecciones cotidianas, por las pequeñas decisiones de todos los días... ¿Colaboran con la humanización de los ambientes? Pero esto comienza en la familia, el núcleo más íntimo donde puedes aprender a amar, a respetar, a entregarte en lo secreto de cada día, lejos de los aplausos.  

Te invitamos a preguntarte durante este día: ¿Qué hice? ¿Qué hago? ¿Qué debo hacer por Cristo? ¿Oras por tu familia y con tu familia? ¿Qué gestos concretos puedes realizar que irradien el estilo de Jesús? El Mundo necesita tu corazón amoroso. Recibe el amor del Corazón de Jesús, para entregarlo cada día a los que te rodean. 

4 Mes. Dios desea nuestra salvación

Jesús es enviado a salvarnos, se hace cercano para darnos a sentir la Vida del Padre. Él se interesó por nosotros, no nos dejó al borde del camino, no pasó de largo frente a nuestra angustia y sufrimiento que quiso conocer de cerca y hacerlos suyos. El Papa Francisco nos pidió 'rechazar la cultura de la indiferencia reinante y cuidar a los que sufren, en particular a los enfermos y a los pobres', como lo hizo Jesús con cada uno. "La indiferencia es este drama de estar bien informados, pero no sentir la realidad de los demás. Este es... el abismo de la indiferencia”. 

Al modo de Jesús, hacernos más humanos es hacernos solidarios con los crucificados de la historia, con los marginados, pobres y excluidos, asumiendo la cruz de ellos, por amor y en solidaridad con sus vidas. Hacernos más compasivos al estilo de Jesús es abrirnos al amor, lo que significa pasar por la cruz, que abre a la resurrección. 

Estamos llamados a dar vida con nuestras decisiones cotidianas, a continuar en este proceso de compasión, encarnando el estilo de Cristo que viene a salvarnos. 

Recibe hoy esta invitación del Corazón de Jesús de llevar amor a otros, vida en abundancia. ¿De qué modo hoy día puedes ser signo de salvación? Pide “al Señor la gracia de no caer en la indiferencia, la gracia de que toda la información de los dolores humanos que tenemos baje a nuestros corazones y nos mueva a hacer algo por los demás". 

5 Mes. Amigos del Corazón de Jesús 

Convertirse en discípulos de Jesucristo, en intimidad con Él, pide estar a la escucha y ser dóciles a la vida del Espíritu. 

El Dios Amor, Vida en abundancia, nos invita hoy a entrar en amistad con Él, a caminar por los caminos de la vida concreta, trabajos, encuentros, familia, estudios… allí nos llama el Señor a ser discípulos suyos, amigos en su misión. 

"Jesús, fijando en él su mirada con cariño, le dijo: Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme." (Mc. 10, 17-21). "El Señor nos llama porque quiere… que tomemos las riendas de nuestra vida para ponerla al servicio del Evangelio, en los modos concretos y cotidianos que Él nos muestra, y especialmente en las distintas formas de vocación laical, sacerdotal y de vida consagrada. Pero nosotros... tenemos deseo y empuje, aunque, al mismo tiempo, estamos marcados por debilidades y temores... 'Ánimo, ¡no tengan miedo! Jesús está a nuestro lado... María… agradecida por la mirada que Dios le dirigió, abandonó con fe sus miedos y su turbación, abrazó con valentía la llamada e hizo de su vida un eterno canto de alabanza al Señor". 

Tomáte tiempo hoy para entrar en este llamado iluminado por el evangelio del hombre rico, y anímate a dejarte seducir por el Señor y acoger su invitación: "Sígueme". Y en tus tiempos de oración, no olvides rezar para 'que el encuentro personal con Jesús suscite en muchos jóvenes el deseo de ofrecerle la propia vida'... 

6 Mes. La vida de amor en el Corazón de Jesús 

Hoy te invitamos a permanecer con Jesús, lo más cerca de su Corazón, verle y escucharle en los Evangelios, morar en profunda comunión con Él, y dejarte transformar por Él. Al mirar ese Corazón, renuevas el primer amor: el recuerdo de cuando el Señor tocó tu alma. 

¿Qué impulso de vida te da el ser y el hacer, te mueve? Es el Señor quien está en el origen de tu impulso, el que vivifica tu existencia con su presencia en todo y en todos. En la vida que brota en ti, en el universo que te sostiene, lo hallas a ÉL mismo. 

Vivir en Cristo, ser habitados por Él, implica "estar con Él”, en una relación íntima que no es intimismo, sino que te lanza a la misión, "para que Él se manifieste a los hombres". En tu actuar, eres instrumento de la manifestación de Jesús. 

En julio de 2023, el Papa Francisco nos pedía que nuestra vida de fe sea eucarística, es decir, que los católicos pongan en el centro de su vida la celebración de la Eucaristía, que transforma profundamente las relaciones humanas y abre al encuentro con Dios y con los hermanos. “La celebración de la Eucaristía es un encuentro con Jesús resucitado y, al mismo tiempo, una forma de abrirnos al mundo como Él nos enseñó. 

Cada vez que participamos en una Eucaristía, Jesús viene y nos da la fuerza para amar como Él amó. Porque nos da el valor de salir al encuentro, salir de nosotros mismos y abrirnos con amor a los demás". 

¿Cómo vives y expresas tu fe en Jesús? ¿Se refleja, se irradia y contagia a los que te rodean? Pide al Corazón de Jesús que habite en ti, que anime tu jornada y que te impulse en tus acciones de cada día. 

7 Mes. La amorosa oblación de sí mismo

Unir la vida a Cristo, lleva a dar la vida por los demás como Él lo hizo. A pesar de tu pobreza y limitación, tu vida es necesaria a otros. Saberte amado te hace capaz de responder a tanto amor recibido. Aun cuando te parezca de poco valor, ofrecerle tu disponibilidad es necesaria a otros cuando el Padre la asocia a la vida y al Corazón de su Hijo. 

Cada día puedes expresar al Padre esta disponibilidad con una oración y actitud de oblación diaria, pidiendo al Espíritu seguir sus insinuaciones. Alimentándote e inspirándote de modo especial de la celebración de la Eucaristía, tendrás el impulso para entregar tu vida con Jesús a los hermanos. 

Por eso, el centro y el corazón del carisma dehoniano es la oblación de sí mismo. No es solo ofrecer tu trabajo del día, sino todo tu ser, tu disposición interior a ser apóstol en la misión de difundir el amor compasivo de Jesús por el mundo, allí donde te toque estar. 

El Papa Francisco pide que cada bautizado sea discípulo misionero, que participe en la evangelización y esté disponible para la misión, a través de un testimonio de vida que tenga el sabor del Evangelio. "Es un mandato que nos toca de cerca: yo soy siempre una misión; tú eres siempre una misión; todo bautizado… es una misión. Quien ama se pone en movimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida.". 

¿Cómo quieres responder a esta invitación que te hace Jesús a través del Papa? Habla esto con el Corazón de Jesús y deja que él te inspire los gestos concretos de entrega diaria. Quédate hoy gustando y agradeciendo este don que Él te da, de ofrecer tu vida y hacerte hijo con el Hijo, para dar Vida al mundo, con Él y como Él lo hace. 

8 Mes. Difundir el amor compasivo de Jesús

Es porque estamos totalmente unidos al Corazón de Jesús que podemos abrirnos con confianza. Porque hemos hecho la experiencia de ser amados y perdonados, y hemos experimentado la profunda misericordia del Señor para con nosotros, es que podemos a la vez convertirnos en profetas del amor misericordioso de Jesús. 

El Padre Dehon nos invita a una misión de difundir el amor compasivo de Jesús por el mundo, orando y movilizándonos por los desafíos a los que se enfrentan la humanidad y la misión de la Iglesia. Para esto hace falta hacerse vulnerables, dejarse conmover profundamente por lo que viven nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo. Esto significa salir de la indiferencia y entrar en el camino del amor del Corazón de Jesús. 

Un camino que se vive primero en el seno de la comunidad, para difundirlo hacia las periferias, como los primeros discípulos. Por eso Francisco quiere que vivamos nuestra identidad de iglesia que, caminando unida, está abierta a todos. Para que la Iglesia, fiel al Evangelio y valiente en su anuncio, viva cada vez más la fraternidad y sea un lugar de solidaridad y acogida. ¿A qué te llama el Señor en este tiempo? ¿Dónde y con quiénes puedes ser anuncio de su amor de compasión? Que tu corazón se dilate para dar acogida a todos los que se acerquen. Contagia el amor misericordioso que el Corazón de Cristo tiene con vos. 

9 Mes. Una comunidad de discípulos. 

Jesús no actuó solo, buscó hombres y mujeres, los formó y se hizo ayudar por ellos para hacer posible el anuncio del Reino de Dios. "Creados a imagen y semejanza de Dios... llevamos siempre en el corazón la nostalgia de vivir en comunión, de pertenecer a una comunidad". 

La Iglesia es cuerpo, es comunidad y es comunión abierta al mundo y comprometida con los desafíos de la humanidad. El Papa nos dice: "Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades" (Evangelii Gaudium n* 49). 

Es por eso que en mayo de 2023 nos pidió orar para que los movimientos y grupos eclesiales redescubran cada día su misión evangelizadora, poniendo sus propios carismas al servicio de las necesidades del mundo. Queremos responder siempre a este llamado de ser una comunidad, unidos en el Corazón de Cristo, cuidando la unidad y paz, en permanente actitud de conversión, en salida y abierta a las necesidades de hombres y mujeres que sufren. 

¿Cómo vives en comunidad tu fe? ¿Cómo es la calidad y apertura de tu participación en la comunidad misionera? Abre tu corazón y prepárate para celebrar al Corazón de Cristo que viene a dar Vida en abundancia. 

Conlusión

“Jesús que mi corazón se parezca al tuyo" nos invita a rezar el Papa Francisco. El Sagrado Corazón es la gran celebración del Amor, de un amor que no conoce fronteras, límites ni obstáculos. Un amor sin condiciones y que no hace acepción de personas. 

"Podemos experimentar y gustar la ternura de este amor en cada estación de la vida: en el tiempo de la alegría y en el de la tristeza, en el tiempo de la salud y en el de la enfermedad y la dificultad" (Papa Francisco). 

Vuelve a pasar por el Corazón los momentos más significativos de este estos 9 meses, lo que ha ido aconteciendo en tu corazón, las emociones, los sentimientos, las ideas y los deseos que se han suscitado en ti. Agradece por ellos y reconoce a qué te mueven, hacia dónde te conducen. Acoge los movimientos del Espíritu Santo que te abren a la Vida, al encuentro con los hermanos y hermanas, al agradecimiento, a la paz, a la concordia y la ayuda. Y descarta lo que impide que el Amor de Cristo crezca en tu corazón. 

Celebra este Corazón de Amor, ofrece y da gracias por todo lo que se te regala y pídele a Jesucristo que moldee tu corazón a según el Suyo.