Una agente de Cáritas juega con una niña ucraniana refugiada |
¿Cuáles son los objetivos de la Jornada Mundial de los Pobres?
• Estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro.
• Que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados.
¿Qué podemos hacer en la JMP?
Compartir la Mesa
Una experiencia hermosa en varias de nuestras capillas son las “ollas comunitarias” donde al final de la Misa se experimenta la alegría de compartir el pan. Se puede ofrecer un almuerzo, merienda o cena para los más pobres, organizados por toda la comunidad (catequistas, grupos de pastoral, movimientos juveniles, ministros extraordinarios, cofradías, etc.) unidos en torno al servicio a los pobres. Es buena oportunidad para integrar a los que “solo van a Misa” a una acción concreta que transforme los corazones de piedra, en corazones de carne que saben amar.
Visitar obras de Misericordia
La Jornada Mundial de los Pobres es un momento propicio para que toda la comunidad pueda organizar y realizar una visita para compartir y apoyar alguna Obra de Misericordia: hogar de ancianos, comedores populares, hospitales, hogar de niños, casas de migrantes, centros de atención para personas con discapacidad, mujeres en situación de prostitución, hogares de rehabilitación de adicciones, centros de atención de personas en situación de calle etc.). Se trata de aprovechar la experiencia para descubrir el rostro sufriente de Cristo en los que más sufren, y para que la visita durante la Jornada no se quede solo en ese día y en plano afectivo, sino que desencadene procesos de apoyo sistemático y organizado a esas obras.
El amor de Dios en nuestros corazones ha de “mover nuestras vidas y generar compasión y obras de misericordia”. ¿Qué obras de misericordia, hoy no pueden esperar más?