Preguntas y respuestas sobre la Eucaristía


 

P. ¿Qué es la Eucaristía?

R. Es un sacramento que contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo, la sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo bajo las especies o apariencias de pan y vino.
 

P. ¿Para qué es el Sacramento de la Comunión?
R. Para que, recibiéndole dignamente, sea sustento de nuestras almas y nos aumente la gracia.


P. ¿Por qué destacamos que "dignamente"?
R. Para manifestar que este Sacramento no será sustento de nuestras almas, si no le recibimos con la preparación necesaria, tanto de parte del alma, como de parte del cuerpo.


P. Entonces, ¿qué preparación es necesaria de parte del alma?
R. Estar en gracia de Dios.


P. Y el que cayó en pecado mortal, ¿cómo se debe preparar para comulgar?
R. Confesándose.


P. Y el que después de confesado se acuerda de algún pecado grave, ¿qué debe hacer?
R. Confesarle antes, si fácilmente puede; aunque bastará hacerlo en la primera confesión que haga después.


P. Y de parte del cuerpo, ¿qué preparación se requiere?
R. Hacer (no siendo la comunión por viático) ayuno de una hora, no comiendo ni bebiendo ninguna cosa en ese tiempo.


P. ¿Qué es el Santo Viático?
R. Es la Comunión que se administra a los enfermos que están en peligro de muerte, en cuyo caso no necesita hacer ayuno para recibirla.


P. ¿Qué recibes en el Sacramento de la Comunión?
R. A Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que está real, verdadera y sustancialmente en el Santísimo Sacramento del Altar.


P. Según eso, ¿quién está en la hostia después de la consagración?
R. El Cuerpo de Jesucristo, juntamente con su sangre, alma y divinidad.


P. ¿Y en el cáliz?
R. La sangre de Jesucristo, juntamente con su cuerpo, alma y su divinidad


P. Entonces, ¿todo Jesucristo está en la hostia y en el cáliz?
R. Todo Jesucristo está en toda la hostia, y todo en cualquiera parte de ella, y lo mismo en el cáliz.


P. Y después de la consagración, ¿hay en la hostia pan, o en el cáliz vino?
R. No; sino los accidentes o apariencias de pan y vino, como olor, color y sabor, etc.


P. Si se parte la hostia, o divide lo que hay en el cáliz, ¿se parte o divide a Jesucristo?
R. No. Todo entero queda Jesucristo en todas y cada una de las partes.


P. Y el que llega a la Comunión sin las disposiciones dichas, ¿recibe también a Jesucristo?
R. Sí, pero sin provecho alguno, y comete además un gravísimo pecado.


P. Y a aquellos que comulgan bien, ¿qué les será conveniente hacer, además de lo dicho, para que consigan mayores frutos?
R. Meditar, antes de comulgar, quien es el Señor que viene a ellos, ejercitarse en actos de fe, esperanza y caridad, recibirle con grande humildad y reverencia y después darle gracias por tan grande beneficio.


P. ¿Qué fines tuvo Jesucristo al instituir la Eucaristía?
R. Principalmente tres: 1º Permanecer en medio de nosotros.
                              2º Ser el alimento espiritual de las almas fieles.
                              3º Dar a su Iglesia un sacrificio visible y digno de la Majestad infinita de Dios.


P. ¿Entonces la Eucaristía es a la vez sacramento y sacrificio?
R. Sí; y por eso la llamamos el sacramento del altar.


P. ¿Qué cosa es el sacrificio?
R. Es un don visible que se ofrece a Dios, para reconocerle y adorarle como supremo Señor y dueño nuestro.


P. ¿Cuál es el sacrificio del Nuevo Testamento?
R. Es la Misa, que es el mismo sacrificio de la cruz.


P. ¿Cómo la Misa es el mismo el sacrificio de la cruz?
R. Porque en él se ofrece y sacrifica el mismo Jesucristo, aunque de un modo incruento, esto es, sin padecer ni morir en la cruz.


P. ¿A quién ofrecemos el Sacrificio de la misa?
R. A Dios Padre por Cristo en el Espíritu Santo. Aunque también honramos y celebramos en Dios la memoria de los santos.


P. ¿Para que fines ofrecemos a Dios la Santa misa?
R. 1º En reconocimiento y alabanza de su grandeza y gloria.
    2º En acción de gracias por sus beneficios.
    3º En expiación de nuestros pecados.
    4º Para impetrar u obtener su auxilio en nuestras necesidades.


P. ¿Y por quiénes comúnmente ofrecemos la Misa?
R. Por el bien de los vivos, y el alivio o descanso de las almas del purgatorio.