Sobre los dones del Santo Espíritu en general
Foto de Erick Martinez-Velasco |
[¿Qué son los dones del Espíritu Santo?]
Los dones del Santo Espíritu son los hábitos o cualidades permanentes que Dios comunica al alma con la gracia santificante y con las virtudes infusas, para fortalecer las potencias naturales, y para hacerlas flexibles a los movimientos de su divino Espíritu, y capaces de ejercer la actos de las virtudes más difíciles y más nobles, que se llaman heroicas.
Es el Corazón de Jesús que es la fuente.
[¿Porqué no siento el efecto de los dones?]
Los dones no subsisten en el alma sin caridad; y en la proporción que la gracia crece, ellos crecen también. Por eso es que son muy raros y no alcanzan un alto grado de excelencia, porque no están sostenidos por una ferviente y perfecta caridad; los pecados veniales y las menores imperfecciones los tienen como atados y les impiden actuar. Su progreso está en relación con el de la oración.
[¿Qué nos hacen los dones?]
Los dones del Santo Espíritu, por su acción íntima, sin discursos, sin perplejidad, nos muestran lo que es lo mejor, haciéndonos verlo a la luz de Dios, con mayor o menor evidencia, según el grado en que los poseamos.
Podemos comparar a aquellos que son conducidos por los dones del Santo Espíritu a una nave que viaja a toda vela, viento en popa; y aquellos que se conducen por las virtudes, y no todavía por los dones, a un bote que avanza a fuerza de remos, con mucho más trabajo y ruido, y mucho más lentamente.
Padre Dehon ASC 5/152-153