Existe una especie de amnesia colectiva ante algunos mandamientos. Es común escuchar a personas que se sienten o se creen “buenas”, porque no matan a nadie (5to mandamiento), no roban a nadie (7mo), honran a sus padres (4to), etc… pero cuando se les pregunta con mayor precisión: ¿y santificar las fiestas? (3ro), ¿no decir falso testimonio o mentir? (8vo) o ¿no consentir pensamientos o deseos impuros? (9no) hacen oídos sordos, casi como si les hablara en otro idioma, como si esos no fueran parte de la lista, o se ríen lanzando frases como: “tampoco hay que exagerar”.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué no se tienen presentes estos mandamientos tan importantes a la hora de considerarse a uno mismo como una “buena”persona? Creo que en gran parte se debe a que muchos de estos mandamientos son los más atacados y relativizados (a través de la difusión positiva de sus vicios contrarios) por la sociedad, y por ende son también de los mandamientos que cuesta más cumplir. Sí, especialmente hoy, el no ir a misa, el mentir a cada rato por cualquier motivo, o el cometer actos impuros de todo tipo, son pan de cada día.
El Señor con sus mandamientos no busca
complicarnos la vida (idea muy difundida), sino que por el contrario nos
invita a través de ellos a una libertad auténtica, que no es hacer lo
que se me da la gana, sino hacer aquello para lo cual he sido creado, es
decir, vivir para el amor auténtico, puro y libre. Por eso es necesario
conocer y respetar cuales son los limites, limites fuera de los cuales
nos traicionamos a nosotros mismos, dañándonos a nosotros mismos y
dañando a los demás, en un verdadero acto suicida como llamaba el Papa
Juan Pablo II al pecado. Este es un
llamado muy importante a promover con convicción la pureza acusando la
mentira del pecado, pues todos estamos llamados a ser de aquellos “bienaventurados limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt5,8).
Impactantes estadísticas: ¡Los niños ven pornografía por primera vez a los... ¡9 años! (¡Promedio!) Si, entre los 8 y los 16 años ya casi todos (90%) han visto algo pornográfico, y casi siempre (77%) internet mediante!
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Fuente: http://catholic-link.com/2012/09/20/la-pornografia-una-epidemia-que-nadie-quiere-ver-impactante/